Mi querida hija, mi niña adorada. Siente el calor de Tu Padre-Madre en el corazón.
La mejor honra que le puede hacer un hijo a sus padres es, verlos tal y como son y elevar su vibración para poder reconocer el orden implícito del amor, en cada acto de superación.
Cuando vemos, sentimos y apreciamos la Luz en cada acto. Cuando sentimos y vemos la verdadera realidad de cada situación, se disuelven las dudas y puedes descansar en la paz del alma, con la conciencia de que siempre hay un bien mayor, que nos hace a todos iguales.
No confundas la Ley, con el deber, la pasión con el Amor y la riqueza con las posesiones materiales.
Todos nadamos en el océano de la vida en busca de un bien mayor, hasta que alguien nos dice al oído” Tu puedes caminar sobre las aguas de las emociones, donde las cosas fluyen ligeras y donde todo es Paz y armonía y el dolor no tiene razón de ser”.
Llegan tiempos de Paz y de Dicha para Ti y tus hermanos; mis queridos hijos.
Enarbola la bandera de la verdadera confraternidad. Tú puedes, desde la armonía y belleza de tu lindo corazón.
El agua de la vida fluye a través de tus manos, mi querida hija, porque ese es mi deseo. Porque en tu quietud del alma comprendes mis deseos, por encima de toda apariencia humana.
Sonríe mi querida hija, que tu sonrisa da luz a tu mirada, esa mirada tan llena del amor de tu madre y mía.
Tarde o temprano, esa mirada y esa sonrisa llenarán de dicha y gozo al caminante que tenga la dicha de llegar a tu camino.
Eres cómo esa pequeña luciérnaga que durante el día pasa desapercibida, pero que en la noche su luz brilla, en compañía de sus hermanos de camino, llenando de luz y gozo mi firmamento, cual estrellas relucientes y diáfanas que tanto hacen sonreír a mi corazón.
Déjate mecer por las olas suaves y dulces del amor incondicional, de la paz del alma y del calor que irradias, siendo Tu misma, con tu sencillez, con tu manera de hablar, mezcla de ingenuidad y sabiduría, alegría y buen humor. Confía en la vida.
Juntos hemos andado muchos caminos, hemos creado nuevas estrellas en nuestro firmamento que relucen con luz propia, extendiéndose y creando un mundo nuevo, pendiente de su manifestación.
Lo verás crecer a tu lado, en tu entorno, en tu casa, en tu barrio en tu ciudad, en tu nación y el mundo. Tal y como tu querías y tal como me lo pediste.
Somos muchos los que albergamos este sueño dorado, y poco a poco lo que era una pequeña Luz, hoy es un gran resplandor. Con su Causa y su Efecto, desde lo alto hacia lo bajo y desde dentro hacia fuera.
Y surge, dejando esa estela de Amor y confraternidad, para la unificación del planeta Tierra y todo el sistema solar.
Que el amor que repartió mi amado hijo hace más de dos mil años, sea la fuente de emanación, de esa Energía purificadora, tierna y unificadora, que resplandece en todos y cada uno de mis hijos.
ASI LO QUIERO Y ASÍ TE LO OFREZCO, COMO EL REGALO DE AMOR MÁS HERMOSO, DE UN PADRE A SUS QUERIDOS HIJOS.
Ofrece este mensaje a todo el que tenga oídos para oír, ojos para mirar y corazón para amar.
Tu Padre-Madre que vive en Ti y en todos Tus Hermanos……………..Dios
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